Un 15% de toda la energía requerida por Europa y el 65% de la necesaria para abastecer al norte de África y Oriente Medio podría proceder de una extensa red de centrales solares fotovoltaicas que se construirá en el desierto del Sáhara. Al fin y al cabo, “todos los desiertos del mundo juntos reciben en solo seis horas más energía solar que la que utiliza toda la humanidad en un año entero”, según afirma Gerhard Knies, al frente de la iniciativa.
Su objetivo es instalar cientos de plantas termosolares repartidas por Marruecos, Argelia, Túnez, Libia, Arabia Saudí, Egipto y Turquía. Lo que aún no está claro es qué tecnología se empleará. Una de las opciones que se barajan es utilizar los heliostatos desarrollados por Abengoa para la planta de Sanlúcar la Mayor (Sevilla).
Pues a ver si es cierto, que ya es hora de hacer algo asi.
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